"...América Latina debe redescubrirse a sí misma". Esta frase, según mi criterio, es precisamente lo que le falta a nuestro país culturalmente hablando y, para nuestra mala fortuna, estamos muy lejos de ello. En este punto nos detendremos y referiremos a lo que nos compete en este blog: la música.
Bien sabemos que la música ocupa un lugar importante en nuestra sociedad, está presente a diario y en cada minuto de nuestas vidas; por otro lado, esta rama del arte es parte importante del folclore y tiene gran relevancia en la conformación de una identidad cultural. Es aquí cuando me pregunto, ¿qué tipo de identidad cultural podemos tener los chilenos si, a la hora de oír música, escuchamos cualquier cosa, menos lo que nace desde nuestra propia experiencia? Hay algunos locos por el blues o el jazz; otros, amantes del pop, la balada y el rock. Y, ¿qué sabemos de cueca, música pascuense o música de la tirana? Y me refiero más allá de los sonidos... ¿tenemos idea, como colectivo, de cómo nació esta música, de qué necesidad tenían nuestros antepasados de expresarse a través de estos sonidos? ¿Sabemos la historia que ellos nos querían contar?
Resulta paradójico, pero precisamente es NUESTRO folclore el que nos es ajeno, del cual no tenemos idea y el que estamos dejando que se pierda lentamente. Frente a los extranjeros, nos enorgullecemos de ser "latinos", pero realmente no le hacemos ningún tipo de honor a este nombre. Poco y nada sabemos, a través de la música, de nuestra historia o de nuestros compatriotas. Tampoco sabemos de la riqueza musical que hay en estos sonidos.
Es necesario brindarle importancia a nuestra música y darle el espacio que se merece dentro de nuestra sociedad, ya que es ella el reflejo de nuestras vivencias, es nuestra necesidad de contarle al mundo lo que sentimos, cómo pensamos, en dónde estamos... y quienes somos.
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