El reggaeton es un género musical procedente del reggae (y del posterior dancehall jamaiquino), con influencias del hip hop, que se desarrolló por primera vez en Panamá hacia mediados de los años 1970 y a comienzos de los años 1990 en Puerto Rico, a raíz de la comunidad jamaiquina cuyos ancestros llegaron a Panamá, junto a inmigrantes antillanos a principios del siglo XX.
El reggaeton pasó de ser género clandestino, a ser uno de los principales géneros más populares en América latina. La comercialización dio paso a las «tiraeras»: DJ's enemigos comenzaron una guerra lírica, donde se fue escalando la enemistad y la rencilla. Estas rencillas y muchas otras hicieron decaer el reggeaton a finales de los años 1990 (1997-2000). Un acuerdo entre todos los DJ's de terminar con la «tiraera» permitió que se destacaran artistas a la misma vez que compilaciones. Se siguió difundiendo el ritmo, ya popular especialmente entre la juventud, que llegó a calar en los sentidos rítmicos del resto de América Latina y los Estados Unidos, lo que le ha dado una posición no esperada para un género que en los años 2000 se consideró en penumbra. A partir de ese año entró en su momento de apogeo, conociéndose el estilo en múltiples países.
Así es... un estilo que partió como cualquier otro, en su desarrollo ya comenzaba a generarse la competencia, y desde ahí en adelante hubieron una serie de temáticas en sus letras (menospreciar a la mujer, ver el sexo como algo casual, demostrar superioridad, darle valor a la persona en lo estético y no en lo personal, etc) que generaron atracción en algunas personas, y un total rechazo en muchas otras.
El reggeaton puede ser atractivo por distintos motivos... La apariencia de sus intérpretes está muy fresca y los jóvenes suelen identificarse con ellos. No es un baile de mucha técnica, basta con moverse y poco a poco le vas hallando, además sus letras destacan lo que los jóvenes quieren oír. Pero a mi juicio, este estilo no tiene nada de belleza estética, no tiene variantes rítmicas, es decir que no cambia el mismo patrón musical. El sonido parece atractivo al oído; sin embargo, no se descubre la belleza de un piano, de una guitarra o de un bajo eléctrico; de ningún instrumento. Lo que varía son las letras, pero el ritmo parece ser el mismo. No se trata de un estilo nuevo, ni mucho menos impactante. “No hay capacidad ni creatividad de ningún ejecutante”, señala el maestro de música.
Desde la industria musical, en Chile nos han impuesto el reggeaton por distintas vías, ya sea radio, televisión, fiestas, etc, y ésto, sumado a la popularidad y fascinación que su público sigue cultivando, ha hecho que este estilo permanezca posicionado en donde está, sin que nos cuestionemos el peso que tiene sobre nuestra sociedad ni las actitudes que de manera "inconsciente" genera en quienes lo escuchan. Justamente, sus seguidores se visten de una manera particular, "bailan" con actitudes y poses sexuales y además demuestran actitudes "a la defensiva" y violentas. Nos podemos fijar que todo lo mencionado anteriormente no genera nada benéfico para quienes lo escuchan...
¿Eso es el Reggaeton? ¿"Crear música" sin aprovechar la riqueza que por sí sola tiene esta rama del arte? ¿Desvirtuar más aún la imagen que la mujer ha tenido a lo largo de la historia? ¿Provocar aún más el sentido de competencia entre unos y otros? Esa es la música que escuchamos a diario, prácticamente parte de nuestro folclor... Esa es nuestra cultura.
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